¿Qué hace un interiorista?

Un interiorista se dedica a planificar y diseñar espacios que sean funcionales y visualmente atractivos, considerando tanto el gusto del cliente como la estructura del espacio. Esto implica tomar decisiones sobre materiales, colores, iluminación, y sobre el espacio. Cómo colocar los muebles y la decoración de una forma estética y equilibrada. Si un cliente tiene un corte clásico, el interiorista debe saber interpretar su gusto, y tratar de mantener esa línea.

Patricia Bustos, afamada interiorista y profesora del  Diploma AD de Estilismo de Interior de Vogue College of Fashion, nos habla de ese reto “como una forma de concienciar de la importancia y del impacto que tiene la belleza en nuestra vida”.

“Los objetos, cuando no los usamos, siguen a la vista. La emoción estética que nos transmiten es fundamental”, nos explica.

¿Qué aptitudes son necesarias para ser interiorista?

“Las actitudes son pasión, valentía, autenticidad y amor por los detalles. Y lo fundamental es la empatía”, nos explica Bustos. 

También es imprescindible desarrollar la creatividad, la visión especial, tener conocimientos sobre los materiales y las técnicas, estar a la vanguardia de lo que se lleva y de la historia del interiorismo; cómo nuestros antepasados han usado los espacios y cómo nosotros podemos imitar o transformar esas prácticas.

Además de tener “mucho respeto por el medio ambiente”, una cuestión que “se traslada al espacio de alguna manera y esa energía perdura para impactar positivamente en las personas”. En su estudio, Bustos apuesta por la artesanía y lo local, como una forma de defender el entorno.

¿Qué estudiar para ser interiorista?

Bustos nos ha hablado de que la alta demanda de interioristas en el sector, pero también de la gran competencia que hay a nivel internacional, que puede dificultar el acceso a la profesión. Su consejo fundamental es “la confianza en uno mismo a la hora de crecer, la importancia de diferenciarse, cuestión que se consigue a través de la formación”.

Uno de los métodos más exitosos durante los últimos años ha sido el Diploma AD de Estilismo de Interior, que aporta una visión global del sector, impartida por profesionales del mismo en activo, y que incluye prácticas optativas en empresas. Aunque no es necesario tener un título para trabajar como interiorista, la tenencia de uno es altamente recomendado. Aporta las herramientas necesarias para destacar y también facilita el acceso a mejores oportunidades laborales.

Además, Bustos anima a que “cada persona sea autodidacta en su aprendizaje”, que no se quede solo con los conocimientos de las formaciones. “Que viajen y que visiten galerías de arte, que profundicen en los artistas que les gustan, que se empapen de su obra. Eso le va a inspirar muchísimo. Y a partir de ahí busquen su camino”.

¿Cuál es la diferencia entre un interiorista y un decorador?

Un interiorista se enfoca no solo en la decoración, sino también en aspectos estructurales, como la distribución del espacio y la iluminación. Un decorador se centra principalmente en los elementos estéticos, como muebles y accesorios.

¿Qué futuro tiene la profesión?

Recientemente, la revista The Objective publicó un análisis sobre el crecimiento en la demanda de interioristas. El estudio, que examinó tendencias internacionales, concluyó que la necesidad de especialistas en diseño de interiores ha aumentado un 50%. La opinión de Bustos coincide con este dato, además de que pone en el ser humano, la esperanza de la profesión, frente a el posible intrusismo de las máquinas e inteligencias artificiales.

"La máquina podrá diseñar, distribuir y pensar como nosotros pero no tiene empatía, ni espontaneidad, ni intuición. Nunca podrá conocer a un cliente como otra persona, comprenderle, proponerle incluso cosas que ni el mismo cliente sabe qué quiere”.

“Creo que ahora este trabajo por fin se va a centrar en las personas y no tanto en los resultados o los números. Quien quiera sólo números contratará a la máquina, quien quiera esencia preferirá a la persona”, concluye.